Apenas se habían cumplido los primeros 22 minutos de encuentro, cuando Onofre Mejía le soltaba una patada a la altura de la rodilla a Carabali. Penalti que no fallaría Emelec para adelantarse en el marcador y poner contra las cuerdas a un América de Quito que se jugaba el descenso.
Sin embargo, la indignación local no quedó ahí. No contento con el primer error infantil, Onofre Mejía enganchó las piernas de Rojas dentro del área mientras se dirigía hacia fuera. Una acción muy sospechosa que motivó su sustitución minutos después.
"El primero es un penal infantil. No entiendo que un jugador de esa edad haga ese penal. El segundo, lo hace sobre un jugador de espaldas a la portería que no tenían ningún peligro para llegar al arco y le derriba de esa forma. Así sucede en el fútbol no solo aquí, en todo el mundo", afirmó Luis Espinel.
Asimismo, el técnico de América de Quito no escondió su indignación por la actuación de su pupilo: "A Mejía le dí la confianza de ser capitán y así me paga. No lo quiero ni cerca de mis jugadores". Horas después, el club le despidió con un duro comunicado: "La decisión se ha tomado con el afán de evitar cualquier tipo de especulación que disminuya la concentración de nuestro plantel".
No obstante, Onofre Mejía trató de defenderse en los micrófonos de 'CRE Satelital': "El entrenador me dijo que era un vendido, yo reaccioné y tuvimos un roce fuerte en el vestuario. Yo dejo todo en las manos de la justicia divina, no soy un vendido y no recibí plata de nadie".
23 de septiembre de 2019