Santi Mina entró en la operación que llevó a Maxi Gómez a Valencia y volvió así a casa, donde jugó en la cantera y llegó a debutar en Primera División.
No obstante, el delantero se marchó al cuadro 'che' sin dedicar una sola palabra a su club de origen, un hecho que la afición no ha perdonado. tal y como ha quedado de manifiesto en sus visita a Balaídos.
"¿Pitos? Entiendo, en parte, que la gente se haya molestado. Un chico que llevaba nueve o diez años en el club que se fuese de esas formas no fue lo más ético ni la mejor forma de haberlo hecho. Yo lo asumo. Vuelvo a ser jugador del Celta y tendré que demostrar dentro del campo para cambiar esos pitos por aplausos", reconoció en una entrevista en 'Celta Media'.
No obstante, el jugador se mostró orgulloso de volver a Vigo: "Son sentimientos increíbles después de cuatro años fuera de mi casa ver el cariño con el que me trata la gente y los ex compañeros. Para mí volver a vestir la camiseta del Celta es un orgullo y un placer".
Y añadió: "La cabeza te da vueltas y no sé cómo va a ser ese sentimiento de volver a casa, de volver a ver a esta afición y el primer partido que además es contra el Real Madrid. Van a ser emociones fuertes y hay que saber llevarlas".
Por último, Santi Mina reflejó su objetivo a la hora de tomar esta decisión y lo que espera de la nueva temporada. "Quiero demostrar que no se han equivocado y que el Celta ha salido beneficiado de este traspaso. En mi mano está entrenar todos los días. Para mí esto es un sentimiento que va de corazón. De verdad siento el Celta, he nacido aquí, donde empecé con nueve años".