El Barça de Guardiola había arrancado mal en Liga y con susto en la clasificación para la Champions. Para sorpresa de todos, en el once de la segunda jornada, el del estreno en el Camp Nou, apareció un chico desconocido por su fútbol, por más que por su apellido y por ser el hijo de quien era hubiera referencias. Y todo cambió.
Con el '28' a la espalda, el joven pivote completó los minutos, aunque llegó otro descalabro, un empate a un gol ante el modesto equipo de Muñiz. Tildaban de loco a Pep, claro. Una 'guardiolada' más. Pero el invento es hoy uno de los mejores descubrimientos de La Masia.
De hecho, ya empieza a verse el miedo en el Camp Nou a no encontrar un jugador de sus hechuras. Se va haciendo mayor 'Busi', que acaba de llegar a la treintenta y tiene más fútbol por detrás que por delante.
Messi, Xavi, Iniesta, Puyol, Valdés, Piqué y él han compuesto el eje triunfador del Barça en la última década. Diez años en los que ha enamorado por su capacidad para leer el juego, colocarse en el campo, robar balones, filtrar pases imposibles, mostrar sangre fría sacando el balón...
Más allá de su incuestionable calidad, otro de los factores que hacen que Busquets sea insustituible radica en su capacidad física. A punto de llegar a los 500 encuentros oficiales, su media es de casi 50 partidos por temporada.
En cuanto a los números, la trayectoria es pluscuamperfecta. Lo ha ganado todo, tanto a nivel de clubes como de selecciones (exceptuando la Copa Confederaciones), algunas de ellas varias veces. 28 títulos constan en su palmarés.
Otros datos hablan de su brutal trayectoria. Es, junto con Cristiano Ronaldo, el futbolista que menos encuentros ha necesitado para llegar a las 200 victorias en Primera, 264 partidos.
Además, posee el récord de triunfos consecutivos en la Liga, con 25 partidos.