Kylian Mbappé (Francia)
El del PSG ha sido en Rusia una de las grandes estrellas, pero su crecimiento hace pensar que dentro de cuatro años tendrá muchas más argumentos para ser el rey absoluto del Mundial.
Marco Asensio (España)
El zurdo estaba llamado a destacar en esta Copa del Mundo, pero la mala actuación de España le dejó sin protagonismo. En Catar, con Luis Enrique como jefe, Asensio debería ser capital.
Neymar (Brasil)
Dos Mundiales, dos decepciones para Neymar. En Rusia dio más que hablar por el tiempo que estuvo en el suelo que por sus goles. Brasil le necesitará en Catar para volver a levantar un trofeo mundialista.
Hirving Lozano (México)
El jugador del PSV es la gran esperanza de México, que no pudo con Brasil en octavos de final. Dentro de cuatro años, el cuadro azteca llegaría con un equipo renovado del cual Hirving podría ser el líder.
Ante Rebic (Croacia)
Juega de delantero, de extremo, de interior... pero siempre con peligro. Rebic ha sido una de las grandes sorpresas en Rusia por su fútbol eléctrico que también quiere explotar en Catar.
Christian Pulisic (Estados Unidos)
En buena parte, el retorno de Estados Unidos a un Mundial depende de Pulisic. No estuvieron en Rusia los norteamericanos, que necesitarán la mejor versión de su estrella para acudir a la edición de 2022.
Justin Kluivert (Holanda)
La misma situación de Pulisic la podemos plantear con Kluivert, pero en Holanda. El flamante nuevo jugador de la Roma es la gran joya de la corona de Holanda, ávida de futbolistas de futuro.
Phil Foden (Inglaterra)
Técnico, rápido, con gol y último pase. Así es Phil Foden, un prodigio del fútbol inglés que ha liderado diferentes combinados en categorías inferiores. Ahora le toca explotar su talento en la absoluta.
Leroy Sané (Alemania)
Contra todo pronóstico, Löw le dejó fuera de la citación para Rusia. Casualidad o no, Alemania se estrelló en fase de grupos. Quizá haber tenido a su mejor jugador de la temporada le hubiera ayudado.
Paulo Dybala (Argentina)
El zurdo de la Juventus fue uno de los grandes damnificados de las alineaciones de Jorge Sampaoli. En Catar tendrá 27 años, una edad fantástica para, al fin, explotar todo lo que tiene en una Copa del Mundo.