Distancia social en Austria, besos y abrazos en Serbia

Los primeros dos títulos, la Copa de Austria y la Liga de Serbia, mostraron el pasado viernes dos formas muy distintas y opuestas de celebrar en tiempos de una pandemia.

Los futbolistas del Red Bull Salzburg, que se impusieron en la final de la Copa al modesto Austria Lustenau por 5-0, siguieron un riguroso protocolo de distanciamiento social en su celebración tras el partido.

Mientras, los futbolistas del Estrella Roja, que ganaron también por 5-0 -contra el colista Rad- para asegurarse el título liguero a la falta de tres partidos, celebraron después del encuentro como si nunca hubiera habido una epidemia en Europa.

Eso sí, ambos equipos festejaron sus goles con mucho menos entusiasmo del habitual, siempre ante estadios completamente vacíos, aunque en Serbia ya se preparan para admitir pronto hasta mil espectadores por encuentro.

Además, cualquier jugador que saltó a la cancha tuvo que haber dado negativo en un reciente test de coronavirus.

En el estadio Wörthersee de Klagenfurt, donde se jugó la final de la Copa de Austria, la federación austríaca de fútbol había preparado una alfombra plastificada especial, con círculos indicativos para que cada jugador supiera dónde ponerse y mantener de esta forma la distancia mínima de un metro con sus compañeros.

Así recibieron los hombres del técnico Jesse March su séptima Copa de las últimas ocho disputadas, que fueron pasado de jugador a jugador en un festejo particular y probablemente inolvidable debido a las circunstancias de la pandemia.

En Belgrado, sin embargo, los jugadores del tradicional Estrella Roja se amontonaron, uno encima del otro, con bailes y gritos, para festejar el título nacional número 31 de su historia.

Y mientras los jugadores festejaban como si nada hubiese pasado en los últimos tres meses de pandemia, los reporteros, fotógrafos, guardias de seguridad y otros operativos de la organización tuvieron que llevar en todo momento mascarilla, guantes de latex y mantenerse alejados entre sí.

Habrá que ver qué modelo se impone en las próximas semanas en el fútbol europeo, donde quedan por decidirse campeonatos nacionales como los de Alemania, España, Italia o Inglaterra, pero también la Liga de Campeones de la UEFA.