Erling Haaland. La temporada 20-21 volverá a repetir este nombre y este apellido. Porque el chico tiene condiciones para triunfar y también hambre. Por eso, aunque juegue un amistoso, lo da todo. En el primero del curso lo recordó a todos con un doblete y una asistencia en tan solo 45 minutos de juego.
Era el primer bolo del Borussia Dortmund y en el once aparecieron nombres muy interesantes. El noruego y la por ahora todavía estrella Jadon Sancho. A otros nombres atractivos como los de los jóvenes Reyna y Mateu Morey se sumó el debut de Bellingham. Pero los focos los reclamó pronto Haaland.
Para empezar, a los 14 minutos, cuando los aurinegros robaron una bola en ataque y el espigado atacante se la cedió a Reyna, en buena posición, la bola para que hiciera por bajo el 0-1.
Aunque ya se había involucrado directamente en el gol, Haaland quería la firma propia. Lo hizo en el minuto 36, transformando un penalti con calma. Si este año también se anima a lanzarlos, sus cifras pueden crecer de manera increíble.
Y cuando todo el mundo encaraba ya el final de la primera mitad, un centro desde la izquierda lo punteó de tacón el joven Bellingham para así sumarse a la fiesta con una asistencia que el noruego no perdonó; marcó con un lanzamiento que sorprendió al meta rival por arriba.