En ella, invitaron a 500 botellas de champán a todos sus invitados y tampoco repararon en gastos para que sus huéspedes se sintieran como en casa. Las bengalas, el confetti y los lujos corrieron por los rincones de la lujosa estancia alquilada para la fiesta por Mamev y Kokorin.
Mamaev ya ha sido sancionado por su club, el Krasnodar, y la Federación Rusa estudiará si sancionar o no a ambos futbolistas. Se estima que habrían pagado por la fiesta más de 250.000 euros.
Unas tristes imágenes para los aficionados rusos, que esperaban mucho más de su equipo y que ahora ven cómo sus jugadores no estaban nada implicados en la Eurocopa.