Suenan las alarmas en Italia. El sonido viene procedente de Turín. De la 'Vecchia Signora', que ha pasado de ser vigente campeona a estar a un paso de quedarse fuera de Champions.
La Juventus recibió este domingo al Milan en un duelo igualado a más no poder. Los de Andrea Pirlo llegaron cuartos, pero con los mismos puntos que su rival, que estaban quintos. La diferencia entre la UCL y la Europa League, mínima.
El árbitro pitó el comienzo y los 'bianconeri' salieron con todo. Ahogaron a su rival en los primeros 10', pero los de Pioli aguantaron y despertaron. Gran parte de culpa la tuvo su tridente de mediapuntas, que fueron un quebradero de cabeza los 90'.
Brahim fue protagonista. El malagueño, al que se le vio participativo desde un principio, se movió entre líneas y de sus botas llegaron las ocasiones de mayor peligro para los milaneses. No obstante, Chiellini tuvo la más clara hasta ese momento, pero su cabezazo, luego de una salida nula de Donnarumma, se marchó al lateral de la red.
Otro futbolista que dejó grandes minutos sobre el verde del Juventus Stadium fue Theo Hernández, también con pasado madridista como su compañero, que fue un puñal por la banda izquierda en la que Cuadrado sufrió y sufrió.
Y llegó la primera obra de arte. El escultor no fue otro que Brahim. En los últimos instantes de la primera parte, el malagueño mandó el esférico a la escuadra de Szczesny para abrir la lata justo antes del descanso. Golpeo sensacional.
La 'Vechia' no fue 'Signora'
Otra vez comenzó fuerte la Juve, que tuvo en Bentancur una ocasión clara de gol, pero el disparo del charrúa, que se favoreció de un taconazo de Morata, lo mandó Donnarumma a córner. El devenir del choque fue lento y con un juego poco fluido, lo que favoreció a los intereses del Milan.
La mala noticia para Pioli fue la lesión de Ibra, que se tuvo que marchar del terreno de juego en el 66', cuando entró Rebic. La pesadez continuó como tónica habitual de la segunda parte y la 'Vecchia Signora', fuera de la UCL con el 0-1, apenas inquietaba la portería rival. Cristiano no apareció. Solo en un disparo por encima de la portería sin peligro para su adversario.
Pero llegó el 77', cuando Rebic quiso unirse a la fiesta de Brahim con otra diana de bella factura. El croata se lo guisó y se lo comió. Le pegó desde la frontal y la puso justo donde no pudo llegar el arquero rival. Otra vez la escuadra. Otra vez volaron las telarañas y se hundieron las esperanzas de los locales.
Para rematar la nefasta noche de Andrea Pirlo, Tomori puso el 0-3 definitivo al rematar con un bonito testarazo un gran centro de Çalhanoglu. El Milan le arrebata la cuarta plaza a la Juventus, que a falta de tres jornadas, está fuera de la máxima competición europea. Problemas gordos en Turín.