Al Atlético de Madrid no le sentó nada mal tener a Simeone lejos del banquillo en sus últimos cuatro choques europeos. El argentino fue sancionado en las semifinales de la pasada Europa League por insultar al colegiado Turpin tras expulsar a Vrsaljko ante el Arsenal.
Aquel choque terminó 1-1. Era la ida, por lo que Simeone vivió en la grada del Wanda Metropolitano la clasificación de su equipo para la final. Diego Costa se convirtió en héroe con el 'Mono' Burgos en el banquillo.
Después llegó la final de Lyon, en la que Griezmann se consagró como la gran estrella 'colchonera' con una actuación estelar. El Atleti pasó por encima del Olympique de Marsella y sumó un nuevo título para sus vitrinas.
Restaban dos partidos de sanción, uno después de la final de la Supercopa de Europa. En ella, Simeone fue clave con sus cambios, aunque lo fue lejos del verde. Sufrió, mucho, pero cayó un trofeo más.
Y, por último, la victoria en Mónaco. Esta ausencia de Simeone, por tanto, terminó con cuatro triunfos, dos trofeos, diez goles a favor y solo dos en contra. Bendita sanción, dirán algunos.