"Estoy contento. Quiero agradecerle a Dios, a mi familia y a mis verdaderos amigos. He podido cerrar un capítulo más de mi vida e iniciar una nueva vida, estoy feliz y, de nuevo, pedirle disculpas al pueblo de Costa Rica", dijo Li en Nueva York a la emisora costarricense 'Radio Columbia'.
En sus breves declaraciones, Li manifestó que se siente "arrepentido de haber cometido estos errores porque realmente no tenía la necesidad de hacerlo".
La sentencia, dictada por la jueza Pamela K. Chen, también incluye nueve meses y medio de cárcel, pero Li no tendrá que ser encarcelado de nuevo porque ese tiempo ya lo cumplió en prisión preventiva, y le impone una multa de 15.000 dólares.
Además, la jueza decidió que las autoridades estadounidenses pueden incautarle un total de 668.000 dólares, una cantidad que en gran parte ya ha abonado, según la Fiscalía.
El ex presidente se declaró culpable de varios cargos de corrupción, tras ser acusado de haber recibido sobornos de empresas vinculadas al deporte.
Li fue detenido en la ciudad suiza de Zúrich en mayo de 2015 en el marco de una gran operación policial en vísperas de un congreso de la FIFA y posteriormente extraditado a Estados Unidos en diciembre de ese año.
En Estados Unidos, Li continuó inicialmente en prisión y luego en libertad condicional.
La FIFA anunció en abril de 2017 una sanción a perpetuidad contra el costarricense y le inhabilitó para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol nacional e internacional.
En Costa Rica, Li fue denunciado por la vía penal por la Fedefútbol.
Por recomendación de sus abogados Li no dio mayores declaraciones y prometió hablar más después.
Sobre la posibilidad de regresar a Costa Rica, Li aseguró que espera hacerlo "lo antes posible" porque quiere "comer un tamal", que es un plato típico del país que se degusta tradicionalmente en la época navideña.