Después de que los jugadores del cuadro azulgrana recogieran el trofeo y las medallas, los futbolistas del conjunto blanco fueron saludando uno a uno a sus rivales, a la que vez que le dieron la enhorabuena.
Un gesto de deportividad que puede servir de ejemplo para toda la comunidad del fútbol. Una vez más, los niños dan clases de cómo celebrar una victoria y de cómo encajar una derrota.
29 de diciembre de 2017