Solo 14 minutos tardó el PSG en adelantarse ante el Montpellier. Lo hizo por mediación de Kurzawa, que apareció como un improvisado delantero en el área para cabecear de manera ejemplar.
Todo arrancó en la banda derecha, donde volvió a actuar Dani Alves. El brasileño, después de una serie de combinaciones parisinas, levantó la cabeza y vio a Kurzawa en el corazón del área.
El lateral brasileño midió y sirvió, demostrando que su pie derecho sigue pleno de calidad. Rosca perfecta para Kurzawa, que giró el cuello para situar el 1-0 en el luminoso.