Sólo hay que echar un vistazo a las palabras de Umtiti, uno de los centrales desprotegidos con este esquema. Jordi Alba, por ejemplo, no apoya el 3-4-3... porque eso ha provocado que sea suplente.
Este sistema aumenta el poder ofensivo del Barcelona y también da al equipo más control del centro del campo. ¿Lo negativo? Pocos efectivos para defender. Se ataca más, pero se defiende menos.
Ya se vio contra el Valencia la pasada jornada. El conjunto 'che' anotó dos goles y generó peligro casi siempre que llegó. El Barça terminó ganando 4-2, pero sufrió.
Luis Enrique, sin embargo, a pesar de que el 3-4-3 no cuenta con el respaldo de todos, parece que no piensa cambiar de opinión y lo seguirá usando hasta final de campaña.