Lo ha dicho su representante, lo ha dicho el presidente del Sevilla. Es cuestión de tiempo que se terminen de pulir los detalles de su traspaso de vuelta a la capital hispalense.
Y es que el Sevilla está trabajando contrarreloj para cerrarse los frentes que se le han abierto con este final de temporada tan convulso.
Así, mientras Banega parece que vestirá la elástica del club la próxima temporada, N'Zonzi tendría los días contados. Eso sí, su marcha dejaría 35 millones en las arcas sevillistas y nada menos que a Mario Lemina, un negocio redondo.
Pero no todos los movimientos van así de bien. El de Bacca, también cacareado por algunos, resulta imposible a día de hoy, mientras que el de Navas se encuentra en un punto muerto, por dejadez del entorno del jugador, según el director deportivo del Sevilla.