Y es que, en la llegada de Walter Montillo, quien estuvo jugando en China recientemente, a Brasil, un aficionado de Botafogo decidió recibirle como todo un rey.
El hincha del equipo brasileño no tuvo mejor idea que arrodillarse e inclinarse a besarle los pies, sin duda, una muestra de respeto que posiblemente nunca hubiera experimentado el propio Montillo.