El fútbol volvió a Vallecas tras más de un mes cerrado por obras, pero los vitorianos pusieron patas arriba el feudo del barrio obrero de la capital de España con vehemencia.
Arrancó el encuentro con brío, con un cuadro local ávido de victoria para agradar a una parroquia encendida con su directiva y el cierre de su estadio en el inicio de campeonato.
Aunque Álvaro García tuvo la primera ocasión del partido, Ximo Navarro abrió el marcador a los ocho minutos al rematar una falta lateral botada por Jony. El carrilero se anticipó a Raúl de Tomás y batió a Alberto García.
Lejos de venirse a bajo, el Rayo Vallecano se encomendó a Kakuta para buscar la remontada. A lomos del franco-congoleño, el conjunto madrileño comenzó el asedio sobre la portería de Pacheco.
Cumplida la primera media hora de juego, Raúl de Tomás aprovechó un mal despeje de Laguardia para, con la puntera, invitar al optimismo local y firmar las tablas en el marcador.
Sin embargo, apenas cuatro minutos después, Ibai Gómez sacó su fusil y quitó las telarañas de la portería de Alberto García. El centrocampista sorprendió con un potente obús que devolvió la ventaja en el electrónico.
Asimismo, más allá del 1-2, el Rayo se quedó con uno menos en la misma jugada. Mientras el balón besaba las mallas, el colegiado detectó a través del VAR que Abdoulaye Ba le había dado un codazo a Calleri.
Tras el paso por vestuarios, el cuadro local salió espoleado, pero poco tardó en darse de bruces con la realidad. El Alavés volvió a exhibir su contundencia con un soberbio cabezazo de Calleri, tras deshacerse de la marca de Advíncula.
El tercer tanto fue una losa demasiado pesada para un Rayo que volvió a sufrir la voracidad de Ibai Gómez para acabar definitivamente la lona tras una gran volea, antes de que Burgui firmara la manita en el 95'.
El Alavés exhibió músculo en Vallecas el día de su reapertura, poniendo patas arriba unas gradas que sufrieron la contundencia de un rival henchido de confianza frente a un Rayo en inferioridad numérica.