Victoria de garra y coraje del Almería ante el Sporting en El Molinón. No fue el mejor encuentro de ambos conjuntos, que hicieron brillar su falta de puntería sobre el terreno de juego. Sin embargo, los de Rubi lograron sumar los tres puntos sobre la bocina.
Sorprendentemente para todos, el conjunto dirigido por David Gallego comenzó el choque encerrando a los andaluces en su propio campo. Djuka fue el único que ejerció peligro sobre la meta de Fernando, aunque tuvo la pólvora un poco mojada.
Poco a poco, el Almería fue saliendo de su campo y creando mayor peligro. Peligro y Sadiq son sinónimos, ya que las mejores oportunidades salieron de sus botas. Tal fue así que, en el minuto 25 de partido, el nigeriano batió a Mariño, aunque la jugada estuvo invalidada.
La recta final de la primera mitad dejó a Fernando como el gran salvador de su equipo. Los asturianos apretaron y el meta tuvo que realizar alguna que otra intervención de éxito para evitar irse por debajo en el marcador a los vestuarios.
El segundo acto se inició con el Almería volcado en busca del primer tanto. Sadiq volvió a tener en sus botas el 0-1 y Curro, que recogió el rechace, estrelló el esférico en la madera.
No le estaban saliendo las cosas en ataque a los pupilos de Rubi, que comenzaron a mostrarse un tanto desesperados. Aunque el Sporting no tiró la toalla, a los de David Gallego les costó llegar a la portería almeriense.
El empate ya se atisbó en el horizonte y ambos equipos parece ser que dieron por bueno el reparto de puntos. Aunque hubo uno que empujo más que el otro y esos fueron los visitantes.
Un Lazo muy inspirado dio la ventaja y, a la postre la victoria, a los suyos en el minuto 93 de partido. El delantero recogió un gran centro de su compañero Dyego Sousa e hizo que la locura se apoderase del banquillo visitante.
No hubo tiempo para más y el Almería se consolidó en lo más alto de la tabla. Líder en solitario con 31 puntos y la ilusión por las nubes en busca este año, por fin, del ansiado ascenso a la máxima categoría del fútbol español.