A la quinta, y cuando el partido ya agonizaba, llegó el bautismo rojiblanco en la pretemporada. Cayó el primer triunfo después de que un contragolpe muy bien trenzado dejara a Corpas entrando como una bala en el área. Resolvió con un gran tiro y desató la locura en las gradas.
El Zaragoza, por su parte, ve frenado su buen inicio justo estaba en el balcón del ascenso y disponía de una gran oportunidad para apretar el vagón de cabeza.
Se llevó el partido el que tuvo más tino. Por momentos aburrido, por momentos roto, el choque resultó impredecible.
De hecho, quedó claro con el desarrollo de los goles. En un grosero fallo por cesión atrás, Álvaro Giménez se quedó ante Cristian Álvarez. Un doble rebote, el último en Grippo, hizo que el autogol diera la ventaja a los locales.
Sin embargo, solo dos minutos después llegó la igualada en una bonita pared entre Pombo y Lasure que este finalizó con un fuerte zurdazo.
Los maños buscaron el segundo desesperadamente. En esas grietas, Chema robó el balón, conectó con Corpas y así se gestó el primer triunfo para Fran Fernández.