No hay forma de que este Córdoba sea capaz de recuperar la ilusión de la temporada pasada. Ante el Granada, la cosa se complicó tras empezar francamente bien y ante el Almería más de lo mismo.
Dos partidos calcados y con el mismo desenlace: una derrota. Los de Curro Torres iniciaron muy bien el choque y se les vio bien plantados sobre el verde de los Juegos Mediterráneos.
No hubo ningún tipo de fisura atrás y eso ayudó a que los jugadores dieran un paso adelante. Tal es el caso que el gol llegó en el 17' por mediación de Carrillo. El nuevo fichaje blanquiverde culminó una gran acción entre Bodiger y Fernández, que le regaló el tanto a su compañero.
El tanto generó la ilusión que le hacía falta al Córdoba, pero fue un mero espejismo. La defensa, un auténtico problema que tiene este equipo, volvió a hacer aguas en uno de los ataques de los de Francisco Fernández.
Antes de que llegara la primera media hora, José Corpas robó en la medular y se lanzó a por la portería contraria para hacer el 1-1. Ese gol tumbó a los visitantes, que se vinieron abajo rápidamente y no fueron capaces de levantarse.
En la segunda parte, el guion continuó como acabó el primer acto: dominio claro del Almería. El miedo a perder era evidente en el rostro de los jugadores del Córdoba y eso lo aprovechó el cuadro rojiblanco.
En el 51', Corpas volvió a tomar protagonismo y le cedió el balón a Juan Carlos para fusilar a Abad. 2-1 y el partido cuesta arriba para los de Curro Torres. La defensa seguía sin estar fina y aún más con el tercero. Córner botado hacia el segundo palo, Corpas enganchó la volea y, tras una serie de rechaces, Álvaro Giménez metió la puntera para finiquitar el encuentro.
Sin ideas y sin mordiente para inquietar a los almerienses, el 3-1 fue una losa para el Córdoba. El partido no dio para más de sí y los blanquiverdes se mantienen en la antepenúltima plaza con 21 puntos, cinco por debajo del límite que marca el Lugo. Por su parte, el Almería está a cuatro del 'playoff'.