Pacheco siempre destacó en Málaga. En el fútbol base de la ciudad andaluza, su nombre era conocido por todos y el futuro que se le auguraba no era cualquier cosa. De hecho, se lo acabó llevando el Barça y, posteriormente, fue fichado por el Liverpool.
Han pasado muchos años, casi nueve para ser algo más concretos, desde su debut con los 'reds' y su posible estreno como malaguista. Durante todo ese tiempo, más de un seguidor blanquiazul se pregunta aquello de que si algún día verían a aquel niño prodigio jugar en La Rosaleda con el escudo de su Málaga.
Su carrera le devolvió a España, pero, pese a que rozó alguna vez con el club, nunca llegó a unir su camino con Martiricos. Rayo Vallecano, Huesca, Alcorcón, Betis, Alavés y Getafe disfrutaron de la calidad de Pacheco que, este verano, sí que empezó a ver la opción de real de jugar con el equipo de sus amores.
La negociación fue seguida con mucha expectación en una ciudad con hambre de ídolos locales y, sobre todo, de alegrías. Y el '22' las puede dar y, lo mejor, es que las quiere dar. No tuvo mucho que pensarse la oferta, logrando un repunte en los abonos, en la ilusión y en el malaguismo entre sus paisanos, cuando fue presentado en su Pizarra natal entre los máximos honores.
En Almería puede empezar una historia que da la sensación que lleva años de retraso. Aunque el refranero nos ofrece dos lemas para sobrellevar mejor la situación: nunca es tarde si la dicha es buena y más vale tarde que nunca. Y el amor plantónico entre ambos está a punto de iniciarse. ¿Llegará el primer beso en los Juegos del Mediterráneo?