El Arsenal es así, cualquier aficionado 'gunner' ya está acostumbrado. Capaz de lo peor y de lo mejor en cuestión de días. Y en la capital de la República Checa, los de Arteta dieron este jueves la versión buena. La muy buena.
El Slavia Praga llegaba como una de las grandes revelaciones del torneo. Sorprendió a toda Europa con su juego y dejó en la cuneta a Leicester y Rangers antes de igualar a uno en el Emirates y soñar con las semifinales.
Pero tardó poco el Arsenal en despertar de ese sueño al conjunto checo. A los 14 minutos, el joven Smith-Rowe marcaba tras un balón al palo de Saka, pero el tanto fue anulado por fuera de juego. Pero las ganas de celebrar solo tuvieron que esperar cuatro minutos.
De nuevo fue protagonista Smith-Rowe, con una gran jugada en el área, con caño incluido, que acabó cediendo para Pépé. El pase, que también llevó un túnel de regalo, fue agradecido por su compañero con el 0-1. Empezaba a carburar el equipo inglés.
El atropello al sueño del Slavia Praga se completó en siete minutos. Ese fue el tiempo que pasó desde el tanto de Pépé al de Saka, en el 25', que ponía ya el tercero en el marcador. Entre medias, Lacazette transformó un penalti en el 21' que lo dejaba todo encarrilado.
Los checos reaccionaron tras el torbellino 'gunner'. En la segunda parte, tuvieron sus llegadas, pero acabó llegando el cuatrto y definitivo tanto del Arsenal. Lacazette, en el 77', definió bien en el área para firmar su doblete y sentenciar el pase de los suyos a las semifinales.
Allí les espera el Villarreal, equipo que aún recuerda la dolorosa eliminación ante los londinenses de las semifinales de Champions de 2006 con el penalti fallado por Riquelme.