El Valencia-Atalanta es para muchos el 'partido cero' de España, el partido que sirvió de puerta de entrada al virus en la Península. El Atalanta siempre defendió que se cumplieron con las medidas de seguridad, pero su entrenador ha dicho todo lo contrario.
Gasperini ha sacudido un avispero con sus declaraciones. Aseguró haber viajado a Valencia enfermo de COVID-19, algo que disgustó especialmente al club 'che'.
Y su club, consciente del problema en el que le puede haber metido su entrenador, no ha tardado en desmentirle. "El Atalanta informa que durante el juego se respetaron todos los protocolos de seguridad para el grupo del equipo en vista del partido fuera de casa", explicó, en una nota enviada a 'La Gazzetta dello Sport'.
"Y que el entrenador, como declaró en la entrevista, nunca había tenido fiebre ni problemas respiratorios, ni antes de partir hacia Valencia, ni durante la duración de su estancia en España", añadió.
Ahora solo cabe preguntarse por qué Gasperini dijo tal cosa, diametralmente opuesta al discurso de su club. Aseguró haber tenido síntomas compatibles con la enfermedad, y que no se tomaron medidas al respecto.