El Atlético de Madrid tendrá seis semanas de infarto por delante porque no puede perder si no quiere perder el título, y eso que también le tocará pasar por el Camp Nou para hacer todavía más grande la capacidad de resistencia.
En la visita al Benito Villamarín, los rojiblancos no pudieron con la presión del 'Clásico' y la ausencia de Luis Suárez y se dejaron dos puntos que espera no lamentar en este tramo final del curso.
El empate frente al Betis pudo ser algo más de no ser por las dos ocasiones que falló el delantero Ángel Correa, un jugador que vale para todo y que es uno de los ojos derechos de Diego Pablo Simeone.
Fue en el añadido cuando el argentino acabó lamentándose al no poder materializar esas dos oportunidades que paró Claudio Bravo, la primera en el 91' y la segunda en el 95'.
Tras el pitido final, Correa se fue al suelo desesperado y con completamente desfondado, lo que llevó al Cholo a abrazar a su jugador y animarlo.
Además, el diario 'Marca' contó que el resto de sus compañeros también han querido unirse para apoyar a Correa, un jugador que trabaja por y parar el equipoy al que le sobra compromiso y ganas.
Pudo ser el partido perfecto para él, puesto que ya le había dado la asistencia a Carrasco para el 0-1, pero no pudo ser. Correa ya piensa en el momento de devolvérsela al Atleti.