El Atlético se niega a dejar de creer

Es el lema con el que recibió a sus futbolistas en el Vicente Calderón en el partido de vuelta de los octavos de final frente al PSV Eindhoven -ganado en los penaltis-, el que publican una y otra vez jugadores en las redes sociales, el que decoraba los asientos del avión que trasladó al equipo el pasado jueves a Italia...

Y el que lucen muchas de las camisetas de los aficionados del Atlético, algunas de ellas preparadas para la ocasión. "Nunca dejes de creer", "Nunca dejes de creer..." Sobre fondo negro, rojo o blanco, con un dibujo u otro, siempre la misma frase, la que condujo al equipo a otra final de la Liga de Campeones en dos años.

De Lisboa, el 24 de mayo de 2014, a Milán, el 28 de mayo de 2016. Del momento más cruel de su historia reciente, la derrota en aquella agónica prórroga en el estadio de La Luz, al entusiasmo, al "nunca dejes de creer", y al "si insistes, se puede", que pronunció el viernes, en la víspera, el argentino Diego Simeone. Otro lema.

Cree la afición del Atlético, dispersada por toda la ciudad, con la camiseta rojiblanca, por las cercanías de San Siro; en el metro, abarrotado por momentos y donde también suena el himno del equipo; en el centro de la ciudad, junto al 'Duomo' o en la Galería Vittorio Emanuele, donde retumbaban los cánticos de los hinchas colchoneros.

También en el punto de encuentro fijado ya de antemano por la organización, la conocida como 'Fan Zone' destinada a los seguidores del Atlético: la Plaza Duca de Aosta, enfrente de la estación central de Milán, con música a tope, altas revoluciones para superar las horas de tensión, ilusión y pasión camino del partido nocturno.

A las 17.00 horas cerrará la 'Fan Zone' del Atlético. En torno a la una de la tarde, ya había un millar de seguidores del equipo rojiblanco. Está a unos 9 kilómetros del estadio de San Siro, que ya está en funcionamiento, con los consiguientes cordones de seguridad, registros y calles cortadas ya establecidas por la Policía Italiana.

De momento, sin apenas presencia de aficionados de ambos equipos en torno al estadio, aún imperceptibles, salvo excepciones, cerca del campo en el que dentro de seis horas comenzará el derbi más grande de la historia. Undécima o revancha, mientras la afición, cuerpo técnico y jugadores del Atlético nunca dejan de creer.