Cayó de nuevo el Barcelona en Balaídos y lo hizo en un choque loco y con mil alternativas, que pudo acabar como goleada local o remontada visitante y que finalmente concluyó con una derrota azulgrana ajustada gracias a la dignidad de Iniesta y Piqué.
Volvió a plantear un partido como el de las últimas salidas Luis Enrique y el Barcelona estuvo bastante perdido en los primeros 45 minutos. Las rotaciones no funcionaron en esta ocasión, y es que el Celta hoy por hoy -ya lo debería de saber el técnico azulgrana- no es el Leganés o el Sporting.
Los celtiñas, mucho más incisivos en ataque, no necesitaron avisar para adelantarse en el marcador. Les bastó una pérdida absurda del Barcelona para ponerse el partido de cara. Ter Stegen erró en el pase, Busquets no tuvo la concentración necesaria para evitar la pérdida, y Aspas vio cómo Sisto entraba como una flecha por la banda derecha para batir al portero alemán.
Los de Luis Enrique, que prácticamente no habían pisado el área celtista, se veían abajo pronto, como la pasada campaña, pero no sabían que la pesadilla de la 2015-16 se iba a repetir, pues en 3 minutos aciagos pasaron del 1-0 al 3-0.
Una pérdida de Luis Suárez en ataque la transformó Cabral en un excelente pase a la espalda de Sergio Busquets que dejó solo ante Piqué a Iago Aspas. El gallego condujo, entró en el área y cruzó para hacer el 2-0. Y, justo tras sacar de centro, Wass centró al corazón del área y Mathieu batió a Ter Stegen en su intento por evitar el remate de Iago Aspas.
Reacción inútil por culpa de Ter Stegen.
No hubo mucho más en la primer parte por culpa de un Barcelona en 'shock' que también contempló cómo los primeros minutos de la segunda mitad pasaban sin que tuvieran incidencia en el encuentro.
Sin embargo, la entrada de Iniesta por Rafinha acabó por ser decisiva. El manchego centró un balón tras un saque de esquina y Piqué, quién si no, metía de nuevo en el partido al Barça con un gol de cabeza.
Además, para alimentar las esperanzas de los visitantes, André Gomes era derribado en el área también tras un pase de Iniesta y Neymar transformaba el penalti para colocar al equipo azulgrana a un paso de la remontada.
Tenían casi media hora por delante los de Luis Enrique para obrar la remontada, pero no contaron con un nuevo error infantil de Ter Stegen, que sentenció sin quererlo el choque para los celestes. El alemán controló un pase de Jordi Alba y, ante la presión de 'Tucu' Hernández, no se le ocurrió otra cosa que intentar pasar de nuevo el esférico a Jordi Alba con un absurdo globo en el área pequeña. El jugador del Celta puso la cabeza y la pelota se coló mansamente en la portería para poner imposible el partido al Barcelona.
Todavía sería capaz Piqué de llevar los nervios a la grada de Balaídos con un nuevo tanto a 3 del final y tanto Neymar como el propio central azulgrana tuvieron el empate a un paso, pero el Barcelona terminó regalando el liderato tras unos primeros 45 minutos desastrosos.
Por suerte para los azulgranas, el pinchazo del Real Madrid ante el Eibar hace menos dolorsa una derrota que dejó con una sonrisa enorme a un necesitado Celta y también a un renacido Atlético de Madrid, que ya lidera la Liga.