Se trata del 'seient lleure', la reventa legal de los abonos que los socios no usan en un partido concreto.
Cuando un aficionado no quiere o no puede ir a un encuentro, puede poner su localidad a disposición del Barcelona, que la vende obteniendo un beneficio mutuo. Según afirma el Barça, un socio podría costearse así el 90% del abono sin ir nunca al campo.
El cambio en la norma empezó a llevarse a cabo en el partido ante el Alavés, pero ha generado muchas críticas por parte de los aficionados. Se devolverá menos dinero en la primera vuelta, cuando menos gente acude al estadio.
El Barcelona decidió variar los porcentajes de beneficio. Antes el aficionado recibía 30 euros de beneficio, pero ahora pasa a obtener cinco, un 80% menos respecto al mismo partido del pasado curso.
Así, el club, mediante su portavoz Josep Vives, explicó dónde está la diferencia. "Ahora se calcula el retorno al socio en función de lo que le ha costado el abono y no del precio final que obtenemos por la entrada", afirmó el Barcelona.
El aficionado entiende que el club hace negocio con ello y, además, se queja de que la devolución esta temporada se hará a final de Liga, descontando la cantidad en el siguiente abono y no monetizándole en efectivo tras cada partido, como hasta ahora. Así, el Barça mantendrá una gran cantidad de dinero inmovilizada.
"La temporada pasada, en algunos partidos de la primera vuelta, el 37% de abonados pusieron su abono a disposición del club", afirmó Vives a 'RAC 1', asegurando que el Barcelona trata de implantar estas medidas para mejorar la asistencia al Camp Nou.