Al Barcelona se le está complicando el verano, aunque al menos ha conseguido cerrar y oficializar la renovación de Messi, la gran prioridad de los azulgrana.
Pero los objetivos prioritarios de la entidad para reforzarse no paran de sufrir contratiempos. Primero fue el PSG con Verratti, al que le han negado la posibilidad de salir.
Después llegó Wenger, frenando la salida de Bellerín, al que ya le ha comunicado que no se moverá del Arsenal este verano.
Y por último, el Guangzhou Evergrande, que acaba de confirmar que ha rechazado la oferta del Barcelona por Paulinho. Tres cobras para un Barcelona que empezará la pretemporada con la única cara nueva de Deulofeu, al que recuperarán gracias a la cláusula de recompra.
Tres calabazas que obligarán a Robert a poner más dinero sobre la mesa o a buscar nuevos objetivos. Las negociaciones siguen estancadas pese a las claras evidencias que han mostrado los tres futbolista de querer jugar en el Barça.
El verano es largo, pero no ha empezado de la mejor forma para un Barcelona que necesita refuerzos para contentar a Valverde en la construcción de un nuevo proyecto que echará a rodar en unos días.