Desde que Johan Cruyff cambió el estilo y la idiosincrasia del Barcelona, se le ha censurado al equipo su casi nula capacidad para marcar desde fuera del área. Tanto toque a veces se llevaba hasta el extremo. Pero esta temporada algo ha cambiado. Y los misiles han vuelto al Camp Nou.
Por el momento, y contando todas las competiciones oficiales, ya son cuatro las dianas que ha conseguido el equipo azulgrana de esa manera. Y no es casualidad, se ha convertido en una alternativa al juego combinativo.
No hay mejor manera para abrir una defensa pétrea que probar el disparo desde fuera del área. Además, sucede que Valverde dispone de buenísimos cañoneros, como es el caso de Coutinho, Rakitic, Dembélé o el propio Messi cuando viene a recibir más atrás.
Son precisamente el argentino y Dembélé los que han firmado esos cuatro goles. El francés dio el triunfo en la Supercopa con un obús que tocó en el larguero antes de entrar y desatascó el duelo con un bello tanto contra el PSV el pasado martes.
Por su parte, Messi ha embocado sus dos tantos de la misma manera: con lanzamientos de falta; ante el Alavés y en el debut de Champions.
Más allá de esos goles, se ha recurrido a ese tipo de lanzamientos en todos los partidos. Sin ir más lejos, en el último hubo hasta diez.