El club chino ha decidido romper toda negociación con el Barcelona, harto de las formas del club catalán, al parecer. Por tanto, la vía amistosa para acometer su fichaje es historia.
Esto quiere decir que, o bien espera a enero y confía en que se le pase el enfado al Guangzhou, o bien se deja de marear la perdiz y pasa por caja.
El Guangzhou habría rechazado ya dos ofertas por Paulinho, de 25 y 30 millones respectivamente, porque las consideraba insuficientes. Ahora, sin posibilidad de negociar el precio del brasileño, sólo saldrá por su cláusula.
Y ésta asciende a 40 millones de euros, mucho más de lo que estaba dispuesto a pagar el Barça por él.
Se antoja complicado el verano en la Ciudad Condal. Tocará vender para hacer algo de caja y poder afrontar este millonario desembolso, o pasar página y buscar otro jugador de su perfil.