El final del último mercado de fichajes del FC Barcelona fue frenético. Una montaña rusa de emociones que se saldó con varios movimientos sorprendentes. Destacaron las salidas de Emerson y Griezmann, además del tardío fichaje de Luuk de Jong, anunciado en la madrugada del 1 de septiembre.
Antes de que el neerlandés oficializase su llegada al cuadro azulgrana, se filtró una bomba con Dani Olmo como protagonista, por el que los 'culés' estaban dispuestos a pagar hasta 75 millones de euros. Una apuesta arriesgada vista la situación económica del club, la cual obligó a rebajar la masa salarial de varios pesados y a centrarse más en salidas que en incorporaciones.
La operación con el español no llegó a buen puerto, pero el club no perdió la esperanza. 'Mundo Deportivo' aseguró fechas atrás que el cuadro catalán trabaja para que vista con los colores del Barça en 2022. Hay que recordar que el contrato del jugador finaliza el 30 de junio de 2024.
Un corazón forjado en La Masia
Aunque Olmo rehuyó de admitir el interés de Laporta y compañía, el citado medio anteriormente, en su portada de este viernes 11 de septiembre, avanzó que el semifinalista de la pasada Eurocopa con 'la Roja' es una prioridad para los de la Ciudad Condal, lugar que le haría regresar a sus raíces.
Y es que el actual futbolista del RB Leipzig creció en La Masia hasta 2014, cuando puso rumbo al Dinamo de Zagreb para seguir progresando. Después de explotar en el cuadro croata, los alemanes no dudaron en hacerse con sus servicios en la 19-20.
Además de esa coyuntura emocional por un retorno soñado, la versatilidad de Olmo es otro de sus grandes atractivos: tiene la capacidad de jugar en cualquier posición ofensiva, cualidad que enseñó en la Euro, en la que Luis Enroque lo utilizó en los dos costados y de 'falso 9', puesto en el que brilló contra Italia en semifinales.
Por si fuese poco, sus 23 años auguran que su techo aún queda lejos y que su potencial podría tildarse de abismal. Hasta el momento, Olmo suma 271 encuentros como profesional, 62 goles y 25 asistencias. Una carrera a la que le queda un buen trecho, pero que ya tiene suficientes argumentos como para estar en la agenda de los grandes equipos del Viejo Continente.