El Bayer Leverkusen presumió en Escocia de frescura. Los alemanes asaltaron Glasgow, uno de los pocos estadios con público, y arrinconaron aún más a Steven Gerrard con un juego alegre, ofensivo, incisivo y, sobre todo, efectivo.
Havertz abrió la cuenta goleadora desde los once metros a los 37 minutos, aunque los germanos ya habían merecido algún premio antes con rápidas llegadas al área de Mcgregor.
La joven perla de los de 'Die Werkself' encarna a la perfección el sello de este equipo. Juventud, calidad, talento o desparpajo, entre otras cualidades, le tienen en el punto de mira de muchos grandes de Europa con solo 20 años. Mientras tanto, el '29' sigue sumando y convirtió su tanto número diez de este curso.
Con la sensación de un Rangers con intención pero sin armas y con un Gerrard sin apenas crédito tras los últimos tropiezos, llegó el descanso.
En el segundo tiempo, los locales se acercaron más a la meta rival. No significó esto que el Bayer diese ningún paso atrás, pero las acometidas visitantes también tenían su respuesta por parte escocesa. Sin embargo, fueron los alemanes los que volvieron a celebrar.
Aránguiz es la experiencia que todo rebaño imberbe necesita para no descarriarse. El chileno mandó a la red, previo paso por la cepa del palo, el 0-2 con un remate marca de la casa en el 67'.
Pese a lo merecido del premio, el Rangers logró asestarle un golpe al Bayer Leverkusen que le creó alguna duda. Edmunson, en el 75', dio vida a los locales, pero una obra de arte en el 88' dejaría casi en manos de los germanos el pase a cuartos de final.
Ese broche llegó por parte de Leon Bailey. El joven jugador visitante puso el 1-3 con una jugada de auténtico 'crack'. Regateó hacia atrás a su marcador para, posteriormente, superar al meta con un preciso y sutil golpeo a modo de 'globito'.
El resultado deja casi sentenciada la eliminatoria a los alemanes, aunque primero habrá que ver cuándo y cómo se disputa la vuelta.