El Benfica tenía un complicado duelo ante el PAOK de Salónica después del empate a uno cosechado como local. Lo ganó por 1-4, pero se le puso en contra a los trece minutos al culminar Prijovic una impecable acción ensayada.
Sin embargo, reaccionaron los lusos cuando Jardel marcó de cabeza a la salida de un córner. Ese tanto fue el anticipo del 1-2, transformado por Salvio de penalti. El argentino sacó así oro de un clamoroso fallo del guardameta Paschalakis, quien peleó por evitar que el esférico saliera por la línea de fondo y acabó provocando una pena máxima tras no poder agarrarlo.
Siguió la inspiración del Benfica, que antes del descanso aumentó su renta con un tiro desde la frontal de Pizzi. De vuelta al verde tras el intermedio, un penalti de Fernando sobre Jardel volvería a anotarlo Salvio.
Después de ese duro golpe buscó recortar la distancia un PAOK que incluso se encontró con la madera, pero sus intentos fueron infructuosos, más cuando se quedó con diez al ser expulsado Matos.