La cifra no impacta por sí sola, aunque cabe tener más que presente que es la más alta que se ve en Chamartín desde la inolvidable noche de Champions contra el Ajax, en marzo, cuando 77.000 espectadores estuvieron en las gradas.
De hecho, la primera jornada del curso pasado, la visita del Getafe, había dejado un tristísimo aforo de 48.346 espectadores. Por entonces no había hartazgo con el equipo, pero las vacaciones hicieron estragos.
56.900 fue el dato del último encuentro que se había disputado el curso pasado, en el choque contra el Betis que despidió un año para olvidar.
Tras un buen arranque en Vigo, que había puesto líder al Madrid, llegó la de arena con el empate frente al Valladolid. Aunque ahí queda la promesa de que el Bernabéu seguirá recuperando su aspecto más habitual.