El partido se le puso de cara desde el principio al equipo turco gracias a un gol de Aboubakar en el minuto 17 que, sumado al 1-3 de la ida, dejaba una distancia casi insalvable para el Hapoel.
Conscientes de que tenían la eliminatoria en sus manos, el técnico del Besiktas dio la oden a sus pupilos de que jugaran con calma y no arriesgaran en ningún momento para seguir con el marcador a favor.
Y así lo hicieron durante toda la primera mitad. El cuadro local tuvo la pelota y casi no recibió peligro, aunque el Hapoel mandó un aviso en forma de gol por medio de Nwakaeme en el 64.
Con sólo el honor en juego, el Besiktas se vino arriba para tratar de matar el partido de manera definitiva, lográndolo a tres minutos del final mediante un gol de Tosun.