El Besiktas vuelve a complicarse sus opciones en competición europea. Un año más, el equipo turco no tiene la fuerza suficiente para luchar contra rivales que, puesto por puesto, tienen una plantilla inferior.
Con jugadores como Karius, Pepe, Vida, Medel o Quaresma, el equipo dirigido por Senol Gunes no termina de encontrar la estibilidad en la Europa League, como tampoco lo hace en su Liga, en la que marchan quintos.
En Europa la situación es mucho más crítica. Tras las tres primeras jornadas, ha sumado dos derrotas y una victoria. El último partido, en casa ante el Genk volvió a sacar las vergüenzas de un conjunto que debería aspirar a más.
Solo hizo falta un jugador rival, Mbwana Samatta, para desquiciar a toda la defensa turca. Vida, uno de los centrales que más impresión causaron en el último Mundial, no tuvo forma de parar al delantero de Tanzania, que consiguió dos goles y dio una asistencia.
Con los jugadores jóvenes que cuenta el Besiktas, tuvo que ser Vágner Love el que inciase la reacción en la segunda mitad con dos goles. Aunque de nada sirvieron, ya que el partido finalizó con 2-4.
El conjunto turco está obligado a ganar su próximo encuentro europeo si quiere mantener vivas sus opciones de pasar a dieciseisavos. Es colista con tres puntos en un grupo que lidera el Genk, seguido de Malmo y Sarpsborg.