Alekséi Stajánov, héroe soviético que multiplicó por 14 el carbón que sacaban otros mineros, bien pudo encarnarse ayer en el Villamarín en uno de los también 14 jugadores que puso en liza Diego Pablo Simeone para llevarse con una sola ocasión un partido en el que el Betis llevó el control y se estrelló contra un acantilado.
Los de Setién, que no ganan desde el pasado 21 de octubre al Alavés (2-0), están a tres puntos de la zona de Europa League, aunque la racha de resultados les ha llevado a perder buena parte del mullido colchón de puntos que tenían sobre los puestos de descenso, que nunca se habían citado ni planteado hasta ahora.
La pésima imagen ofrecida por el equipo bético en Eibar o Las Palmas, la dolorosa eliminación copera ante el Cádiz y el haber logrado dos puntos de 18 posibles en las últimas seis jornadas fueron los avales con los que los béticos fueron recibidos ayer con pitos por su afición y que se tornaron en aprobación en muchas de las fases del partido, aunque sólo fue eso.
Frente a los propagandistas de la posesión, el 70% de los béticos de ayer no fue suficiente frente al 30 restante de los colchoneros, que sacaron petróleo en una única ocasión y que hicieron una exhibición de lo que los trovadores de este deporte califican despectivamente como 'el otro fútbol'.
Como el héroe del trabajo soviético, los del Cholo son capaces de multiplicar por 14, y en ocasiones por más, la capacidad de ir como posesos a sacar carbón o petróleo; y, tan importante como esto, evitar que los otros lo puedan hacer a base de fe ciega en marcas y coberturas, y de creer en esa otra idea de la que salen los mismos puntos que de la poética.
Y la prueba es que, guste más o menos a los juglares del toque, tantas copas de Europa, Ligas de Campeones o Mundiales tienen adalides del 'catenaccio' como Helenio Herrera o Marcelo Lippi, del otro fútbol argentino como Carlos Salvador Bilardo o el actual entrenador del Manchester United, el portugués José Mourinho.
Quique Setién valoró el cambio de imagen de su equipo pese a que la tendencia de resultados sigue siendo igual desde octubre y, en este sentido, manifestó que el juego desplegado por los suyos supone "un paso importante" y confirma lo que quiere hacer, por lo que hizo un acto de fe tras comprobar la mutación del juego y la actitud.
Ello lo tendrá que corroborar en los dos partidos que le restan antes del parón navideño, ambos la próxima semana y ante rivales que vienen de ganar sus últimos compromisos ligueros para salir de sus baches de juego y resultados, el lunes ante el Málaga en La Rosaleda y el viernes ante el Athletic de Bilbao en el Benito Villamarín.
El que el conjunto verdiblanco consiga traducir en puntos la mejora en el juego experimentada ante el Atlético de Madrid marcará la tranquilidad, o no, con que se afronte la Navidad en los despachos del Villamarín, ya que el siguiente fielato, y no menor, será visitar al eterno rival, el Sevilla, el 7 de enero.
El fútbol, como tantas cosas importantes, es un estado de ánimo y éste hace que la botella se pueda ver medio llena o vacía o que, como en el caso bético, empiece a mirarse más hacia abajo que a los puestos europeos cuando éstos están a tres puntos y los de descenso, al doble.
El propio Setién se refirió ayer a esta circunstancia y afirmó que si él pudiera garantizar "algo en el fútbol haría todos los días 14 resultados en la quiniela".
"Es evidente que los objetivos desde el principio de la temporada no son los de luchar por el descenso. Trataremos de mejorar cada día y hacer las cosas todo lo bien que podamos, pero no puedo garantizar nada", aseveró el santanderino tras el despliegue estajanovista que evitó que sacara algo positivo de esa mejoría.