La excusa de ayer fue que se desconfiaba de que el italiano estuviera en forma. El Bologna no se fía del rendimiento que pueda ofrecer un jugador tras ocho meses en el dique seco.
Parece que ese escollo fue superado, porque el Bologna hoy ha puesto una nueva excusa sobre la mesa: Cerci cobra demasiado.
Desde Italia aseguran que el Bologna no puede permitirse los 2,7 millones anuales que percibe el romano, por lo que tendría que aceptar cobrar algo menos si quiere recalar en el club 'rossoblu'.