El terremoto fue la derrota de los 'citizens', pues les pone la Premier en chino y alumbró el sueño de que en Anfield vuelvan a festejarla. Pero una de las réplicas fue la devolución del catalán de hijos malienses al gran escaparate del fútbol.
Adama Traoré, como en su día Gai Assulin, fue de esos canteranos de La Masia a los que el peso del talento se les cayó encima. Físicamente, tenía todas las condiciones para triunfar. Pero su discontinuidad y la falta de oportunidades le dejaron más con la etiqueta de velocista que de futbolista.
Intentó que el fútbol inglés fuera su rehabilitación. Tras pasar por el Aston Villa o el Middlesbrough, los Wolves apostaron por él el año pasado. Sin embargo, el Bolt del fútbol no llegó a tener mucho protagonismo.
Su rol ha cambiado este año. También la posición, un motivo que explica en gran parte su paso adelante. Nuno lo ubica como carrilero en la mayoría de partidos. A sus 23 años, parece haber encontrado una mejor vocación.
"He trabajado mucho con Nuno durante esta temporada, tanto defensiva como ofensivamente. Creo mucho en el míster, y se que él también. Me adapto a lo que me pide", contó tras el triunfo en Mánchester.
Quizá ha llegado su momento. Para quedarse definitivamente y dejar de ser ese futbolista que solo es noticia por chispazos puntuales.