Ganar y esperar. Ese era el plan del Borussia Dortmund en la noche del martes. Su pase dependía de un triunfo ante el Slavia y de un pinchazo del Inter. Y todo salió a pedir de boca.
El cuadro 'borusser', consciente de que no podía fallar, salió dispuesto a encarrilar su choque por la via rápida para poner su mirada en el Giuseppe Meazza.
El plan de inicio se fue cumpliendo, ya que Jadon Sancho ponía el 1-0 a los diez minutos. Además, poco después, el Barça se adelantaba ante el Inter por mediación de Carles Pérez. Pero no todo iba a ser tan sencillo.
Pese a no jugarse nada, el Slavia de Praga plantaba batalla y dejaba claro minuto a minuto que la buena imagen dejada en el Meazza y en el Camp Nou no fue casualidad.
Fruto de ello llegó el gol del conjunto checo en el 44'. Fue obra de Soucek, que definió ante Burki tras un buen balón por alto de Skoda.
El duelo se marchó al descanso con el tanto del empate y con más malas noticias para el Borussia, ya que el Inter igualaba la contienda en Milán y volvía a dejar fuera al cuadro alemán.
El equipo germano salió a por todas en la segunda parte en busca del triunfo que le hiciese soñar con el pase a expensas del favor del Barcelona.
Pese a la necesidad, el asedio no era total y el paso de los minutos iba condenando cada vez más al cuadro de Dortmund.
Sin embargo, a menos de media hora para el final, Julian Brandt ponía el ansiado 2-1 que volvía a situar al equipo en octavos de final.
Con lo más difícil hecho, la situación se complicó más para los locales después de la expulsión por doble amarilla de Weigl en el 77'.
Los últimos minutos fueron de puro sufrimiento, pero el alivio llegó en la distancia: el Barça hacía el 1-2 en Milán y sellaba la clasificación del Borussia Dortmund a la próxima ronda de la Champions League.