Arrancaron los ingleses con personalidad, queriendo sorprender a un conjunto hispalense que estrenaba técnico en el banquillo y su defensa de tres centrales característica.
Sin Lenglet ya en el eje de la zaga, el Sevilla sufría la voracidad inicial de su rival hasta que consiguió mecerla a base de galopadas hacia su portería.
Contenido el Bournemouth, los de Machín comenzaron a hilvanar su juego, donde Correa y Nolito se mostraron especialmente participativos.
Sin embargo, fue Ben Yedder quien adelantó al Sevilla con un eslalon que evidenció las lagunas defensivas inglesas, para luego batir al guardameta con un disparo cruzado.
En el segundo tiempo, con 22 nuevos protagonistas sobre el césdped, el Bournemouth hizo pagar a Machín la juventud de su once y le sometió durante los 45 minutos.
Ibe, aprovechando la laxitud defensiva hispalense, batió a Vaclik por debajo de las piernas e igualó un marcador que no se movió hasta el pitido final.