Alrededor del minuto 47 del partido, el portero local, Samassa, fue a rechazar un balón que se acercaba a su portería. Tyler Boyd también fue a por él, pero con intenciones distintas, pues quería marcar para firmar el empate en el marcador.
El cancerbero saltó a despejar el balón y el atacante a rematarlo, de modo que chocaron en el aire con mucha contundencia. El jugador del Sivasspor fue el que se llevó la peor parte, pues quedó inconsciente sobre el terreno de juego.
Cayó hacia atrás con un brusco movimiento de cuello, lo que pudo afectar a sus cervicales y empeorar su estado. Las asistencias tuvieron que ingresar en el verde para llevárselo y tratarle lejos de la zona de juego.
Cuando estaba a la altura de la banda, acompañado por un responsable del club, no pudo evitar volver a desmayarse. De nuevo, se cayó hacia atrás y quedó tumbado boca abajo. Finalmente, pudo reaccionar y ser sustituido antes del descanso, aunque la primera parte de alargó más de lo esperado.