Aunque una victoria del Tottenham mantenía la presión sobre los Wolves, el equipo de Nuno Espírito Santo tendrá que seguir remando por ese sexto puesto tras no pasar del empate ante el Burnley (1-1).
Los de Sean Dyche sacaron un punto agónico en el minuto 96' gracias a un penalti por mano que acabó transformando, intervención del VAR mediante, el '9' del Burnley Chris Wood.
Antes, los Wolves habían mostrado una cara decidida y firme. Armados con todo el arsenal (Moutinho, Neves, Traoré, Diogo Jota, Raúl Jiménez...), el equipo de Nuno apretó y dio mejores sensaciones a lo largo de la primera mitad.
En la segunda llegarían las ocasiones más claras por medio de Jiménez, Rúben Neves o Podence. No obstante, el que desatascaría un partido que parecía condenado al 0-0 sería el mexicano.
Sufrió en su salto a Europa, no cuajó en el Atlético y dejó una impresión correcta en el Benfica, sin más. Pero nuevamente, Raúl Jiménez reaparecía al rescate del Wolverhampton Wanderers con una volea tras rechace. Es nada menos que su gol número 26 de la temporada.
No obstante, y con el partido muriendo, aún quedaba ese último capítulo. Una mano de Doherty desembocó en la pena máxima que Chris Wood convirtió a la escuadra, imparable para Rui Patrício.
De este modo los Wolves se quedan sextos con 56 puntos, a tres del Manchester United y a uno del Tottenham. Su sexta plaza, tras la victoria del City en la Copa de la Liga y su presencia en la Champions asegurada, daría pasaporte a Europa.