Ambos equipos llegaron al derbi de la Comunidad Valenciana necesitados de puntos, en la zona baja de la clasificación. La urgencia en este inicio de temporada y las altas temperaturas marcaron el sino del partido.
Rodrigo, Batshuayi y Guedes se quedaron en el banquillo de inicio, algo que influyó a la hora de la finalizar las jugadas visitantes. Los de Marcelino salieron al campo a controlar el balón, pero en todo momento fueron conscientes de la retaguardia.
El calor que se vivió sobre el césped se notó en la frescura de ideas de los creadores de ambos conjuntos y apenas se vieron jugadas de peligro durante la primera mitad, que terminó con la lesión de Santi Mina.
El delantero gallego se hizo daño en su rodilla en un choque fortuito con un defensa amarillo y se quedó en el vestuario en la reanudación. Batshuayi ocupó su lugar, aunque no influyó en el juego.
Más calor que fútbol
La segunda mitad comenzó de la misma manera, con la defensa imponiéndose en todo momento sobre los ataques rivales, que apenas dieron trabajo a los porteros, muy cómodos bajo los palos.
En el minuto 58, llegó la jugada que pudo decantar el partido. Parejo realizó una entrada a Funes Mori con los tacos por delante y Jaime Latre no dudó en mostrar la roja al capitán valencianista.
Mejoría 'che' con uno menos
A partir de ahí, lejos de ver a un Villarreal más valiente por la superioridad, llegaron las mejores ocasiones para los 'ches'. Asenjo hizo dos paradones a tiros lejanos de Guedes y Cheryshev, que podrían haber cambiado el resultado del partido.
En los últimos instantes, ambos equipos firmaron la paz y se preocuparon más por no perder un punto que por ganar dos, por lo que el partido se acabó con el mismo resultado con el que empezó.