El equipo 'che' ha firmado su mejor arranque liguero de la historia. Desde la llegada de Marcelino, muchas cosas han cambiado en el equipo y una de ellas es el control sobre lo que comen los futbolistas de la primera plantilla.
El asturiano trajo consigo a una serie de profesionales que trabajan de manera multidisciplinar para controlar todo lo relacionado con los jugadores.
La nutrición es una de las piedras angulares de este nuevo Valencia. Los análisis antropométricos, que cada cierto tiempo se realizan a los jugadores, muestran resultados sorprendentes.
Algunos han perdido hasta cinco kilos desde la pretemporada y todo gracias una cultura de la alimentación inculcada desde el cuerpo técnico que ensalza el sacrificio en todos los ámbitos que influyen en su rendimiento.
La alimentación es la gasolina del deportista y en ese aspecto es en el que incide el cuerpo técnico. Se trata de que el jugadoómantenga una disciplina y sea consciente de que debe realizar algunos esfuerzos a la hora de cuidar su estado físico, y como influye su alimentación en el rendimiento.
Por ello, la ingesta de carbohidratos de la plantilla del Valencia es siempre de pasta de chía o espelta, ya que la asimilación mucho más rápida y la liberación es media en detrimento de la pasta o el arroz blanco tradicional.
Alimentos como la pizza, muy usuales tras los partidos hace algunos años, se han sustituido por batidos y papillas alimenticias como forma de recuperación post partido. Todas ellas basadas en frutas y verduras, cereales o frutos secos.
Si en alguna ocasión los valencianistas se permiten un lujo, como pudiera ser una pizza o un bizcocho, siempre estará cocinado con ingredientes integrales como la harina de espelta.
Como se suele decir, "somos lo que comemos". A juzgar por cómo ha arrancado el Valencia la temporada, su alimentación está siendo sobresaliente.