Siempre es importante dejar buen recuerdo allá por donde uno pasa. En el mundo del fútbol concretamente, habla mucho de un jugador el hecho de que vuelve a un sitio que un día fue su casa y la gente lo reciba con cariño.
Ese fue el caso de Ivan Rakitic en su regreso al Camp Nou. Ya lo hizo la temporada pasada, pero en aquella ocasión no había público para poder agradecerle con aplausos los servicios prestados durante seis temporadas.
En el encuentro de este domingo, la afición del FC Barcelona volvió a demostrarle que le tiene un aprecio especial. Desde el calentamiento se pudieron escuchar aplausos y vítores hacia su persona. Esto mismo ocurrió cuando sonó su nombre por las megafonías.
La situación cambió poco una vez que el colegiado señaló el final del partido. El centrocampista dejó a un lado la derrota de su equipo para regalar toda la ropa que tenía a los aficionados, hasta quedarse literalmente en calzoncillos.
En total, el internacional croata disputó 310 partidos como azulgrana, en los que anotó 36 goles y repartió 41 asistencias. Para el recuerdo de la historia del club quedará su gol en la final de la Champions League ante la Juventus.