El '7' azulgrana tuvo que lidiar con los reproches de la afición desde el calentamiento y, cuando -ya con el partido contra el Getafe en juego- tocó por primera vez el balón, la grada estalló contra el atacante con una intensidad rara vez vista en los últimos tiempos en el estadio del cuadro catalán.
La afición culé también dedicó pitos a Busquets, tímidos al principio y algo más notables a medida que el centrocampista iba perdiendo balones, y a Jordi Alba, cuyas primeras intervenciones fueron acompañadas por leves silbidos.
Poco a poco bajó la intensidad de los gritos sobre Coutinho, pero nunca desaparecieron. Pese a que lo intentaron, sus compañeros no lograron poner al público del lado del brasileño. Messi buscó al atacante en todo momento y Alba llegó incluso a aplaudirle tras alguno de sus errores.
El calvario del fichaje más caro de la historia del Barcelona, sin embargo, acabó de manera prematura por molestias físicas. En el minuto 68, Coutinho tomó el camino del banquillo junto a los médicos y en medio de un plebiscito general, iniciado por una pitada que poco a poco se fue diluyendo entre los aplausos.
Su sitio en el terreno de juego lo ocupó un debutante con el primer equipo del Barça, el delantero Abel Ruiz, que escuchó aplausos en varios momentos del encuentro.
Coutinho estará diez días de baja. Llegará para la final de la Copa. El fichaje más caro de la historia del FC Barcelona no ha cuajado en el equipo azulgrana, ni como interior ni como extremo.
La de Coutinho ha sido una historia de decepción desde su llegada en enero de 2018, a pesar de que ha tenido destellos valiosos. Ni sus números, con 20 goles y 11 asistencias en 74 partidos han convencido.
12 de mayo de 2019