Había ganado y perdido en los últimos tiempos en el Santiago Bernabéu, pero lo había hecho siendo un equipo reconocible. Valverde quiso cambiar de la noche a la mañana al Barcelona y los azulgranas estuvieron perdidos durante los primeros 45 minutos.
El ex del Athletic utilizó un esquema inédito en la historia del Barcelona y, sobre todo, apostó por un cambio de cromos sorprendente, que sólo dejó a las claras que el nuevo entrenador del Barça no tiene muy claro qué quiere hacer con el equipo.
De golpe y porrazo, Valverde se olvidó de Aleix Vidal, titular en la ida, y apenas le dio unos minutos al final a Deulofeu, cuando el partido estaba totalmente roto. Al contrario que en casa, Mascherano jugó el partido entero -en Barcelona ni entró al terreno de juego-, y André Gomes, que tampoco estuvo en el Camp Nou, fue un titular sorprendente.
Valverde experimentó y el Barcelona lo pagó, pero sobre todo mostró al mundo una debilidad: no tiene un equipo tipo hecho y no sabe qué esquema emplear en este Barcelona. Mal síntoma cuando el inicio de la temporada está a la vuelta de la esquina.