"Del modo en que crecí jugando al fútbol, uno se hubiera llevado una patada por rodar y fingir. Me pareció que era un poco patético", afirmó Deeney a la prensa británica.
No le pareció nada bien el modo en que actuó su compañero, pero tampoco entendió por que él árbitro actuó así. "Me gustaría preguntar al árbitro por qué, si iba a tener otra charla con Costa, habló con él en primer lugar. Él estuvo de acuerdo y acató la amarilla, y luego sancionó a nuestro jugador. No tengo queja, porque no puedes protestar, si te tiras y ruedas como un idiota, esto es lo que recibes", afirmó.
"Voy a proteger a mis compañeros cuanto pueda, pero él no se ayuda a sí mismo, dejémoslo claro", continuó Deeney. "Mírame, soy un tipo grande, si me voy al suelo, es porque ha dolido, yo no me tiro. Soy de la 'vieja escuela', y no entiendo por qué deberías dejarte caer. No creo que la gente pueda admirarte por tirarte y rodar; más bien creo que pensarán que eres idiota", reflexionó.
Terminó Deeney su diatriba asegurando que tendría una charla con Paredes. "Él no es inglés, no ha crecido del mismo modo que lo hice yo, quizá donde solía jugar eso es normal", dijo para finalizar.
La prensa inglesa en general ha sido bastante crítica con la actuación de Paredes. Costa no es santo de la devoción de los tabloides británicos, pero en esta ocasión se han tenido que rendir a la evidencia: Paredes hizo teatro del bueno y Costa tenía razones más que suficientes para enfurecerse. Y es que cuando hasta tu propio capitán te echa una reprimenda tan seria, es que algo has tenido que hacer muy mal.