Gareth Bale, más allá de su ausencia por lesión, no parece estar lejos de tomar una salida del Real Madrid. Un movimiento que, sobre el papel, dejaría vacante una plaza del tridente que aparecía en las quinielas al inicio de la temporada. Y ahí es donde Vinicius y Rodrygo tienen su oportunidad.
Vinicius ya cuenta con la experiencia de una primera temporada como 'merengue'. Ya se ha quitado esa presión de encima y le ha demostrado al Santiago Bernabéu que, con sus aspectos a mejorar, también es capaz de echarse el equipo a la espalda.
Su principal valor es el desborde. Con muchísimo desparpajo, el ex de Flamengo es capaz de sortear rivales con suma facilidad. Un uno contra uno que contrasta con su definición, una de sus flaquezas. Le cuesta un mundo hacer gol.
En su estilo de juego se denota una anarquía que genera aspectos positivos y negativos. Vinicius es ese futbolista capaz de desequilibrar un partido con una acción aislada en una jugada individual. Si tiene que jugársela y regatear a dos rivales, lo hace, con mayor o menor acierto.
Rodrygo es diferente a su compatriota. El ex de Santos, en su primer año como blanco, ha respondido bien a las oportunidades de Zidane. Ya en pretemporada dio buenas sensaciones y las confirmó con su gol ante Osasuna. Tiene más pólvora de cara a portería que Vinicius.
Más técnico en espacios cortos pero sin ese uno contra uno que puede ofrecer el ex de Flamengo. Rodrygo tiene mayor capacidad asociativa. En Estambul, contra el Galatasaray, Benzema fue su mejor aliado. Ambos protagonizaron varios intentos de paredes en pequeñas distancias.
Parece que tiene mayor predisposición para hacer lo que le pide Zidane. Si tiene que jugar en la derecha, lo hace. Si debe defender a su lateral, lo hace. Una predisposición que ha convencido a 'Zizou', al que ha convencido para quedarse en el primer equipo.
Ante la falta de futbolistas de un perfil más directo, tanto Vinicius como Rodrygo jugarán sus opciones para hacerse con ese puesto de fijo en el once que parece que puede soltar Gareth Bale.