Santi Mina y Iago Aspas frenaron en seco la racha del Alavés y dieron tres valiosos puntos al Celta de Vigo, que confirmó su mejoría en la decimoquinta jornada de Primera División disputada en el estadio de Mendizorroza... y con la nieve como testigo.
Por la tensión del descenso y las dinámicas enfrentadas, todo apuntaba a que sería un encuentro difícil para los atacantes, con pocos espacios y con muchas batallas por cada balón. Sin embargo, la calidad ofensiva de ambos equipos se sobrepuso a la igualdad.
De hecho, fue Santi Mina quien adelantó a los gallegos a los 11 minutos de comenzar el choque. La fortuna le sonrió después de un disparo que dio en un rival, que Pacheco tocó y que Laguardia sacó cuando ya había entrado por muy poco. Con tensión, pero subió el 0-1 al marcador.
La reacción del Alavés, no obstante, fue positiva. Poco después, Joselu Mato igualó la contienda y puso las tablas al descanso al rematar un balón peinado por Luis Rioja. Una acción polémica en la que Dituro pidió falta, pero el ariete 'babazorro' hizo lo que debía en esa acción.
Terminó mejor el Celta la primera parte, siempre con una idea más clara de lo que quería mostrar en ataque. Santi Mina pudo poner en ventaja a los suyos de nuevo en un servicio fantástico de Iago Aspas. Los dos formaron una conexión excelente por el bien de los celestes.
Ya en la segunda mitad, tras un poste de Mamadou Loum y un buen arranque en general del conjunto de Javi Calleja, el Celta cogió los mandos del encuentro cuando la nieve más apretaba, y Aspas acabó siendo clave para la victoria de los de Coudet.
En el 61' le anularon un gol por claro fuera de juego, pero en el minuto 70 asumió la responsabilidad en un penalti que cometió Aguirregabiria por una mano despejada del cuerpo. El príncipe hizo el 1-2 tras recoger el rechace de la pena máxima que él mismo lanzó y que despejó en primera instancia Fernando Pacheco.
Le costó responder al Alavés en busca del empate, pero lo hizo a base de más corazón que cabeza en los últimos instantes, en los que emergió la figura de Dituro para salvar los muebles, al igual que la de Aidoo, que evitó el gol de Guidetti 'in extremis'. Oro puro para el Celta.